jueves, 21 de abril de 2011

Juez realiza Constatación ocular sobre denuncia por fumigaciones en Larroque

Foto por cortesía de SurEr
En un hecho sin precedentes y de carácter histórico, el Dr. Eduardo García Jurado, Juez del Juzgado de 1ra Instancia en el fuero Penal de Gualeguaychú se hizo presente en el domicilio del ciudadano Rubén Kneeteman, recorriendo la zona circundante a fin de conocer el lugar y ver por si mismo lo atinente a las numerosas denuncias presentadas.

En el día de ayer, 19 de abril, el Dr. García Jurado visitó Larroque con todo su equipo judicial, acompañado del Jefe Departamental de la Policía de Entre Ríos, Crio. Roberto Sánchez  y personal de Criminalística de la Departamental de Policía que levantó nuevas pruebas ordenadas por el Juez para sumar a la causa que se sigue desde enero del 2009 con respecto a las denuncias antes dichas.

Estuvieron también presentes el Secretario de Gobierno Municipal Dr. Leonardo Hassell y el Asesor Letrado del Municipio, así como personal de la Policía de Larroque y periodistas de los medios locales.

Kneeteman destacó como muy importante la visita del Juez, sobre todo teniendo en cuenta la poca importancia que los problemas ambientales tienen en la agenda política y en la de los medios nacionales. Valora el seguimiento permanente de la causa por parte de García Jurado, quien no sólo ha investigado y levantado pruebas, constatando el no cumplimiento de las leyes vigentes, sino que además produjo un fallo trascendente que no fue respetado, porque en días posteriores al mismo se realizaron dos nuevas fumigaciones con agrotóxicos con el agravante de que el viento estaba en dirección a su hogar.

“El hecho de que la causa continúe aún después del Fallo y se haya reabierto, ante la actitud persistente de los fumigadores, ahora con la presencia del Juez en el lugar, es muy valorable porque abre esperanzas, no sólo en la resolución del conflicto en lo familiar o particular, sino también en cuanto a las acciones que el poder político podría encarar a partir del mismo, si lograra asociar los problemas de salud de la población con el uso de agrotóxicos y el modelo productivista, e iniciara acciones para extender la frontera de protección agrícola más allá de los 5 km como proponemos desde el grupo Mingaché” nos dijo Kika. “Si el Estado no realiza estas acciones y no se genera un debate en la sociedad sobre el tema, la resolución de la causa será sólo anecdótica, por contundente que fuera el Fallo, y aún cuando nunca más me fumigaran a mí y a mi familia.”

Del diálogo que mantuvo el Juez con SurEr, extraemos algunos párrafos:

“Esperamos ampliar las declaraciones, recibir los dichos de la municipalidad, lograr la equidad y dar alguna solución, aunque estamos en el ámbito penal también podemos establecer una suerte de conciliación entre las partes para prevenir esto, para que nunca más ocurran estos hechos por lo menos en esta zona, y no tenga que volver el aparato policial, con todos los gastos que esto implica”
“Criminalística ha hecho un buen trabajo porque ha verificado las infracciones, le ha dedicado mucho tiempo a este caso, cuando tenemos también otros, pero esto es un problema grave que requiere de soluciones generales y resoluciones políticas; en este caso esperemos que haya una solución individual, pero que esta solución individual trascienda para que las políticas de prevención sean más precisas, los mecanismos de control más eficientes y no estemos solucionando por vía policial y judicial penal lo que nunca tendría que entrar por esta vía.” 

“Estuvimos verificando, es decir pisando el terreno y un juez y un jefe de policía que pisa un terreno y que habla con los damnificados y que habla con uno de los operadores institucionales como es el municipio sobre el problema, ayuda”
“Soy optimista en el sentido de que en este lugar, esperemos, esta clase de hechos no se vuelva e repetir.”

“Lo de Kneeteman es un ejemplo de constancia, en este caso también determinado por las circunstancia de que él está en la nariz del problema, pero es un problema de todos, porque bien decía la Señora de Kneeteman, pasa un arroyo y ese arroyo lleva ese veneno, y ese veneno sigue hacia el Rio Gualeguay, el Rio Gualeguay desemboca en el Paraná y así sucesivamente, el problema ecológico es un problema grave, para algunos insuperable, pero hay que ser optimistas. Este optimismo va a venir de la mano de la participación y del compromiso ciudadano y de la decisión política y del control a las políticas publicas.”

viernes, 15 de abril de 2011

LA BOTÁNICA EN ENTRE RÍOS (JUAN DE DIOS MUÑOZ)

Los insignes botánicos y naturalistas que desarrollaron parte de sus actividades en Entre Ríos han hecho que nuestra provincia sea conocida a través de sus publicaciones en todos los institutos del mundo, las que resaltan el valor de nuestra riqueza florística y sirven de base para numerosos estudios, destacándose que existen antiguos herbarios argentinos en Inglaterra y Alemania. Es lamentable que en una provincia de notable historia botánica como es Entre Ríos se esté destruyendo su patrimonio florísticos a paso agigantado por intereses económicos y por ignorancia. La Argentina perdió el 70% de sus bosques nativos en los últimos 88 años. En el censo oficial nacional de 1914, 1.060.000 km² estaban cubiertos de bosques; en 1970 quedaban 600.000 km²; hace tres años, de acuerdo con el inventario forestal nacional sólo existían 330.000 km². En 1914 el 38% del país tenía bosques nativos, en 1970 el 22%, ahora tiene menos del 12%, lo que significa una disminución de aproximadamente 1.000.000 de hectáreas por año de bosques, montes y chaparrales devastados, convertidos a la agricultura, ganadería o en desierto. La industria del carbón y la de la leña representaron el mayor azote para la Argentina, provincias enteras vieron perder su potencial forestal. Así ocurrió con La Rioja, Entre Ríos, Córdoba, Santiago del Estero, La Pampa, San Luis, Santa Fe y Chaco entre otras. Estos datos son alarmantes y la causa es simple. Han tenido lugar talas descontroladas para la expansión de la agricultura, sin apoyo a los productores que conservan los montes. La planificación es esencial para el desarrollo sustentable y la protección de áreas naturales. Deben existir normativas que regulen el manejo de los bosques y reservas para la preservación de los ecosistemas y especies en peligro de extinción.
La deforestación no sólo destruye la biodiversidad sino también importantes comunidades rurales y cultivos tradicionales, lo que es peor, la falta de trabajo ha conducido a una despoblación rural sin precedentes en la historia argentina. Los bosques nativos son la fuente prístina de riquezas en nuestro país. La biodiversidad vegetal y animal constituyen recursos genéticos, ambientales y económicos de inestimable valor. Entre otros preciosos beneficios, los bosques previenen la erosión, sequías, inundaciones, cambios climáticos, y por sobre todo albergan biodiversidad. El inventario forestal nacional del 2002 también advierte que la deforestación puede llevar a la pérdida de por lo menos el 40% de las especies vegetales y animales del país. Muchos árboles están amenazados de extinción. La deforestación ha sido condenada en los medios especialmente la tala de bosques en la provincia de Salta para cultivar soja transgénica que es usada como forraje en los países del primer mundo. Las zonas más afectadas son el noroeste y el nordeste y también el parque chaqueño. Las áreas taladas son abandonadas al disminuir la producción o se convierten en desiertos. La provincia de Entre Ríos es la más afectada por la erosión hídrica, actualmente agravada por la deforestación. Se estima que un territorio tan surcado por lomadas y arroyos y con un régimen anual de lluvias entre 1000 y 1200 mm, necesita por lo menos un 25% de su superficie cubierta de bosques naturales.
Tan particulares son sus suelos y sus problemas que debió crearse una terminología especial para definirlos.
En virtud de las actividades humanas, los ecosistemas del mundo presentan un gradual empobrecimiento en especies animales y una paulatina y brusca disminución en la proporción de maderas, sustituyéndose las especies de tejidos leñoso por otras con tejidos blandos y de ciclo de vida corto esto redunda en una población cada vez mayor de hierbas y enredaderas a la vez que las maderas se hacen cada vez más blandas, el aire más enrarecido por gases extraños, las inundaciones y sequías cada vez mayores y el escurrimiento y erosión incontrolables. La degradación ha llegado a una gravedad tan grande en las áreas taladas que ha producido la proliferación de especies indeseables, su transformación en matorrales improductivos o en desiertos. En la provincia de Entre Ríos hace unos pocos años se otorgaron créditos para talar bosques que en muchos lugares provocó la inutilización de los predios dejando suelos planchados, sin horizonte útil y salinizado, que da lugar a su abandono para adquirir otros y repetir el proceso. Lo que es peor, el pastoreo se hace sin control lo que produce la invasión de malezas.
El desconocimiento absoluto de los argentinos acerca de la importancia adquirida, especialmente ahora, por los bosques nativos y el pensar solamente en el rédito inmediato, los ha transformado en verdaderas minas de extracción. En ningún caso se aplican los tratamientos adecuados al mejoramiento y crecimiento de las masas forestales en aprovechamiento, ya sea por el desconocimiento de las condiciones bioecológicas de las especies o bien por su composición calidad y estado. Si bien entre Ríos se adhirió a la ley de defensa forestal 13.273 y al régimen emanado de ella al igual que todas las provincias, sólo se adoptaron algunas previsiones que en la práctica no ofrecieron resultados positivos. No puede un bosque artificialmente implantado reemplazar las valiosas funciones que cumple un bosque nativo y que la propia naturaleza le asignó. Nunca podrá lograrse su reemplazo con reforestaciones drásticas, transformaciones o conversiones ambiciosas, pues ello implicaría una tarea cuya magnitud escapa a las previsiones humanas. Debe recordarse que la verdadera función de la ciencia forestal es dedicarse exclusivamente a las previsiones del manejo del bosque, asegurando su aprovechamiento racional a base de principios de persistencia y rentabilidad para lograr su verdadera economía.  (Seguiremos)

martes, 5 de abril de 2011

Presentación del Libro de Juan de Dios Muñoz

Juan de Dios en el Jardín Botánico de Oro Verde
Amaba y podía reconocer, describir e indicar los usos
de las más simples hierbas.

El libro, de factura exquisita, salió publicado con la colaboración de la Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Autónoma de Entre Ríos, y tiene información amplia sobre nuestras plantas y los conocimientos antiguos que se aplicaron y aplican para darles un uso en relación con la salud de los humanos.
…Pasamos las hojas con algún pudor, sabemos que contienen décadas de estudios, desvelos, rabietas, amores de Juan de Dios, este ilustre paranasero que amó la naturaleza como pocos saben amarla.
Es parte de la tesis que le permitió a Juan de Dios graduarse en la Universidad de Buenos Aires de doctor en Farmacobotánica y Farmacognosia, y está ilustrada de maravillas, con miles de dibujos de frutas, hojas, flores, tallos, de las más diversas plantas de Entre Ríos.
¿Cuánto esfuerzo hay aquí? ¿Cuánto talento? ¿Cuántas horas entregadas al amor por las plantas, por el conocimiento? ¿Y cuántos caminos, cuánta soledad?
La obra no desprecia los conocimientos adquiridos de una u otra manera, no se encasilla en modernismos, y en distintos capítulos llama la atención sobre la necesidad de revisar las conductas del hombre en relación con su entorno. 
Contiene secciones sobre flora argentina y flora de Entre Ríos, fitogeografía de la provincia, suelos y climas, etnobotánica, medicina indígena americana, o sobre las tribus que habitaron Entre Ríos y sus prácticas medicinales. 
…Juan de Dios Muñoz señala que exploró y coleccionó durante 22 años la flora entrerriana y apunta: “los diferentes tipos de vegetación de la provincia de Entre Ríos albergan una gran cantidad de plantas medicinales, pero la cultura e idiomas de los aborígenes que en ella vivieron y que experimentaron las propiedades medicinales de sus plantas, se ha perdido casi en su totalidad. La sabiduría persiste por lo menos en parte en la cultura popular, como asimismo una gran cantidad de nombres vulgares en guaraní. 
…En unos fragmentos de la obra se lee: “creyéndose omnipotente, el hombre se ha transformado en la fuerza que determina la extinción. De las miles de especies comestibles que existen en el mundo hoy quedan como estrellas absolutas sólo 20, que han venido desde que el hombre inventó la agricultura, y sólo 4 (trigo, arroz, maíz y papas) alimentan más personas que las otras 16 juntas”.

Vida y obra 
“Estamos convencidos de que este libro tendrá un importante impacto tanto en la sociedad como en la comunidad científica. Esperamos que además sea un aporte que sirva para revalorizar nuestra flora nativa…”, dicen los primeros prologuistas, Marino Schneeberger y Pablo Aceñolaza.
“Dejamos desde aquí que hable el doctor Pablo Aceñolaza, que estaba trabajando con Juan de Dios la edición de la obra, cuando el autor se enfermó. Entonces se encargó de la edición.
Sus trabajos iniciales los realizó con el ingeniero Juan M. Jozami publicando en su coautoría, en el año 1983, los árboles y arbustos nativos de la provincia de Entre Ríos. Esta obra lo posicionó en la botánica local y regional. Sus actividades posteriores lo vieron como el especialista argentino en Anacardiáceas, siendo autor de las revisiones de la familia para Argentina y Paraguay. De su actividad académica se destacan unas 40 publicaciones y más de 60 presentaciones en reuniones científicas.
Asimismo, fue docente de la Facultad de Ciencia y Tecnología de la Universidad Autónoma de Entre Ríos desde el año 2006.
Trabajó como botánico para el Plan Mapa de suelos entre el año 1980 y 2004. Juan fue el responsable de las descripciones florísticas de las cartas de suelo de cada uno de los departamentos de la provincia. Con esta actividad tuvo la oportunidad de recorrer la provincia de un extremo a otro e interiorizarse no sólo de su fitogeografía, sino también de compenetrarse con su diversidad biológica, geográfica y cultural.
Está precisamente ahí la raíz de su entrerrianía, del amor y su compromiso con los paisajes del Montiel.
Era una persona carismática para llegar al público, utilizaba sin buscarlo una dialéctica que atraía y generaba a su alrededor un halo casi místico; es esa su imagen “popular”. Del peón de campo al gobernador, del obispo al académico, a todos llegó con su discurso que por momentos se transformo en desesperación. 
Acciones contra el desmonte de bosques nativos, contra la represa Paraná Medio, la conservación del germoplasma, el Jardín Botánico de Oro Verde; Juan estuvo atrás de cada una de esos y otros innumerables actos que, según su visión, merecían se respaldados.”
…Muñoz formó dos grupos de colaboradores con los que compartió esfuerzos y logros, uno en la estación experimental Paraná del INTA, y otro en la facultad de Ciencias Agropecuarias.
…Tal vez su obra más trascendente se fue plasmando con un enorme esfuerzo de grupo que resultó con la creación del Jardín Botánico de Oro Verde. Este jardín recibió el reconocimiento y el apoyo financiero internacional del Botanic Gardens Conservation International (BGCI).
En él imaginó un verdadero centro para la educación ambiental y el desarrollo académico de la botánica local. Inspirado en el estilo legado por los británicos imaginó un área delimitada para diferentes grupos taxonómicos de plantas y otra para un jardín de especies nativas. Hoy, a 20 años del nacimiento de esa idea, el jardín se encuentra establecido y en marcha.