sábado, 7 de mayo de 2011

Declaración del 1er Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental

En el contexto de crisis civilizatoria que estamos viviendo como humanidad, es de suma importancia recuperar una visión integral de la naturaleza y, dentro de ella, de las especies y sus representantes individuales, ya que sin ello, entender la verdadera complejidad de los procesos de salud-enfermedad de los seres humanos es una tarea imposible.
Bajo el lema “sumar saberes y multiplicar fuerzas para luchar por un modelo productivo latinoamericano al servicio de la salud de los pueblos”, concluyó en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Argentina, el 1er Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental, que reunió a más de 350 profesionales, académicos, estudiantes, miembros de movimientos sociales de catorce provincias argentinas, de cuatro universidades públicas y de países como Uruguay, Paraguay, Ecuador, Colombia, Bolivia y Chile.
Durante tres días, en seis mesas redondas, y diez talleres se compartieron saberes y se presentaron trabajos científicos, que nos permiten afirmar, sin lugar a dudas, que:
 · entendemos a la salud como el ejercicio del derecho a luchar por una vida digna para todas y todos, fortaleciendo las diversidades y deconstruyendo las hegemonías.
 · no es posible hablar de salud sin un ambiente sano.
 · en todo nuestro continente se viven situaciones que responden a la transferencia de modelos productivos que enferman y matan hacia nuestras tierras.
 · el proyecto de traslado de industrias sucias a nuestros países, impulsado por el banco mundial (tal cual lo establece el memorándum de Lawrence Summers de noviembre del año 1991), se está llevando a cabo con la complicidad de las autoridades locales, bajo la espúrea dicotomía “trabajo vs salud”.
· la enajenación de la tierra, el despojo a los campesinos, la depredación de la fauna ictícola en ríos y mares, el avance de la explotación minera, la contaminación y desaparición de cursos de agua, la utilización de millones de litros de agrotóxicos en las fumigaciones de los campos con soja, maíz, hortalizas, frutales, etc. y el avance de la frontera agropecuaria en desmedro del monte nativo, son determinantes dañinos de la salud de los ecosistemas de los que los seres humanos somos parte.
 · concentraciones urbanas, agrotóxicos, transgénicos, minería, pasteras, represas, centrales nucleares, contaminantes químicos, biodiversidad diezmada, destrucción de territorios y poblaciones en franca diáspora despojadas de los bienes comunes, forman parte de nuestras cotidianeidades, y deben ser identificadas como problemas del campo de la salud por los responsables de definir políticas públicas.
 · existen ya pruebas científicas concluyentes acerca de los daños que a la salud de los ecosistemas y por tanto de los humanos, provocan los modelos productivos que se están imponiendo en nuestros países, por lo que resulta inaceptable la excusa de los responsables políticos que se escudan en la supuesta debilidad de las mismas en lugar de aplicar el principio precautorio.

Lo que está en crisis hoy es la civilización misma, es el modelo económico, tecnológico, científico y cultural que ha depredado a la naturaleza, negado las culturas alternas y domesticado las almas.
Porque el avance de la enfermedad es directamente proporcional a la disminución de las posibilidades de defensa de la soberanía de los pueblos, exigimos a los responsables políticos institucionales de los países latinoamericanos:

· la inmediata finalización de las causas abiertas y el desprocesamiento de los militantes sociales y ambientales, ya que luchar contra el avance de los modos de producción que ponen en riesgo la salud y la vida es, en primer lugar un gesto de compromiso social y solidaridad transgeneracional, y en última instancia una acción de defensa propia.
· se declare a los agrotóxicos armas de destrucción masiva, en vistas de los trabajos científicos y epidemiológicos que ya han demostrado la vinculación entre esas sustancias y los perfiles de morbimortalidad de nuestras regiones.
· frenar el avance de los organismos genéticamente modificados en nuestros países, ya que somos testigos de cómo los cultivos transgénicos nos dejan problemas epidemiológicos como ser malformaciones congénitas, cáncer, abortos espontáneos, pérdida de la diversidad y soberanía alimentaria.
· en este sentido, nos solidarizamos particularmente con los pueblos peruano y paraguayo actualmente en lucha ante el intento de intromisión de semillas transgénicas de soja y maíz respectivamente.
· repudiamos el financiamiento de las universidades públicas con fondos provenientes de los modos de producción que saquean y destruyen nuestro ambiente y nuestra vida.
· también planteamos la necesidad de que las universidades públicas incluyan en la formación de grado de los trabajadores de la salud, elementos que les permitan entender que, el proceso salud- enfermedad (sobre todo en estos tiempos de crisis civilizatoria) está fuertemente determinado por las acciones que se llevan a cabo como consecuencia de un sistema de colonización mecanicista,  hegemónico, biologista, reduccionista, simplificador, de producción y reproducción económica, social, cultural y del conocimiento,

Asimismo, saludamos a la facultad de ciencias médicas de rosario (argentina), por la organización de este 1er Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental que hoy finaliza, convocando al segundo congreso para mayo del año 2013 en esa misma casa de estudios.

Dr. Damián Verzeñassi
Presidente comité organizador
1er Congreso Latinoamericano de Salud Socioambiental
facebook: salud socioambiental fcm unr

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