viernes, 13 de agosto de 2010

Continúa La Tala Del Arbolado Público En Larroque

Compartimos estas reflexiones con la página http://www.surer.com.ar/

Una ciudad como tantas otras de nuestro suelo Argentino que fue invadida por las corporaciones productoras de granos, que han ido transformando nuestro ecosistema, fue paralelamente protegiéndose y equilibrando a medias su salud ambiental con el incremento del arbolado que conforma su pulmón natural, hoy avasallado impunemente de un modo desolador para los habitantes Larroquenses.
Hace aproximadamente catorce años un grupo de vecinos comenzaba a trabajar en Larroque con el cuidado del ambiente, formándose y conformando una Comisión de Medioambiente, que ya en ese entonces, como avizorando el futuro, realizaba diferentes acciones de concientización e incentivaba el cuidado de parques y paseos públicos, a través de campañas como, “Mantengamos limpia nuestra ciudad”, “no tirar la basura en la vía pública” y lo fundamental no contaminar el planeta.
También desde otras aéreas se planteó la necesidad de crear conciencia en la ciudadanía sobre los beneficios del arbolado en la comuna, con un vivero municipal y plantaciones que incrementaron el número de ejemplares apelando a la responsabilidad de todos los ciudadanos en el cuidado de los mismos.
La invasión que sufren todas las poblaciones y habitantes de nuestra región con las fumigaciones, los contaminantes industriales y la deforestación indiscriminada, es un problema complejo que se trata permanentemente a nivel internacional, debido a las transformaciones que provoca este sistema capitalista-productivista de extractivismo sin límite, en el ambiente y en todos los seres vivos, como fuera comprobado recientemente por expertos de la medicina embrionaria internacional.
Con la tala del arbolado público y la deforestación, ¿no estaremos alimentando una masacre que día a día se vislumbra en problemas como deformaciones embrionarias, cánceres, alergias, partos adelantados, y un sinnúmero de problemas de salud que nadie sabe cómo ni de dónde vienen?
¿Por qué se destruye con tanto ensañamiento la pequeña protección que nos brinda el arbolado ante los ataques continuos contra la vida?
Nos ha costado a los Larroquenses mucho tiempo lograr un arbolado medianamente sano, con pocos ejemplares de buen tamaño y edad y a través de estos, una protección natural, aunque escasa, ante esta guerra moderna entre la vida y la avaricia, para que en sólo dos meses, sin necesidad ni discriminación, pero con saña y perseverancias dignas de mejores emprendimientos, se los tale de la manera que se lo viene haciendo, provocando tan brutal desequilibrio ecológico.
El árbol es vida, apostemos por la vida.

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