Seguimos comentando datos de la agrupación "El agua Manda", algunos de cuyos integrantes nos visitarán el jueves aquí en Larroque para permitirnos disfrutar de sus experiencias.
El
Argentino 04/02/11
En esa
travesía por la geografía, la memoria y el presente, ellos irán sembrando
futuro al sostener que el agua es un bien común, un don por el cual depende
nada menos que la vida. Porque la ausencia de agua impide la vida. Así de
directa es la relación del agua. Y enfermarla es cometer varias veces un
ecocidio.-Cómo surgió El Agua Manda…
-Nació en el 2005 al calor de la lucha contra la instalación de las pasteras en la cuenca del río Uruguay. En ese año empezamos a transitar todo el proceso que vivió Gualeguaychú. Un hito clave fue la primera marcha al puente internacional General San Martín que se llamó “Abrazo al río Uruguay”.
-Ustedes fueron los artífices intelectuales de esa marcha y todo el acontecer que vino después con la lucha…
-Sí, pero éramos ya un colectivo. Estaba Andrés Rivas que fue el que dio el puntapié inicial y Horacio “El Flaco” Claret. Pero hoy es una lucha que no tiene ni padres ni dueños porque pertenece al pueblo, a la comunidad. No es de nadie y es de todos.
-¿Por qué El Agua Manda?
-El por qué de El Agua está claro por sí mismo. Y Manda, porque es una promesa y al mismo tiempo un compromiso. Es un destino. Manda es también palabra y propuesta. El río nos manda y nos demanda. El río demanda que el hombre sea más humilde y reconozca la dignidad de su presencia vital. El río es vida. Y el hombre, al atentar contra la sustentabilidad del río, atenta contra la vida y contra consigo mismo.
-Pero no son solamente una entidad ambientalista…
-Lo ambiental está presente de manera constante. Pero, es cierto, somos algo más que eso. Somos un colectivo social que valora y redescubre el río de manera integral. Nos reconocemos como una agrupación donde queremos profundizar las relaciones culturales y de identidad que tenemos con el río. La concientización es nuestra principal herramienta de movilización. Nosotros aprendimos a amar y a andar en el río desde nuestra primera infancia y desde entonces acunamos este compromiso.
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