Integrantes de El Agua Manda nos contarán su experiencia
Salón del Colegio Virué
Jueves 15 de noviembre 21:00 hs
El
Argentino 04/02/11
“El río demanda que el hombre sea
más humilde y reconozca la dignidad de su presencia vital”.
El desmonte nativo y el avance
desmedido de las fronteras agrícolas a través del monocultivo de exóticas, el
tráfico de especies de animales y plantas que no se pueden comercializar, la
contaminación del agua por industrias irresponsables, los basurales a cielo
abierto y un largo etcétera. De eso habla este artículo.
Juan Martín Rivas (publicista) y Hermann Feldkamp (fotógrafo, andinista y topógrafo) forman parte de El Agua Manda. Ellos realizaron dos expediciones (anteriores) por agua para defender el medioambiente, difundir la lucha de Gualeguaychú y aprender de otras comunidades y pueblos.
Juan Martín Rivas (publicista) y Hermann Feldkamp (fotógrafo, andinista y topógrafo) forman parte de El Agua Manda. Ellos realizaron dos expediciones (anteriores) por agua para defender el medioambiente, difundir la lucha de Gualeguaychú y aprender de otras comunidades y pueblos.
Los integrantes de El Agua Manda
hacen sus expediciones en kayak, “porque es una navegación silenciosa, y uno se
desplaza con la sensación de ir al ras del río”.
La
primera expedición se llamó “El Agua Manda”, y se inició en Encrucilhada, un
poblado brasileño que queda entre Río Grande do Sul y Santa Catarina, justo
donde se unen los ríos Canoas y Pelotas y donde nace el río Uruguay, el Río de
los Pájaros como bautizaron los guaraníes.El descenso del río les permitió conocer todos los pueblos y las comunidades ribereñas, pero también realizar un relevamiento de cómo viven sus habitantes, el estado del río, difundir la lucha de Gualeguaychú contra las pasteras y aprender de los demás.
La segunda expedición se bautizó “En busca del origen” y unió Bolivia con Gualeguaychú a través de los ríos Bermejo, Paraguay, Paraná y Uruguay. Fueron 86 días navegando a remo los 2.600 kilómetros en defensa de los montes y los pueblos originarios.
En la provincia –como en cualquier distrito de esta América doliente- el Río de los Pájaros (río Uruguay) y el Pariente del Mar (río Paraná) siempre fueron cordones umbilicales que dieron vida y alimento a pueblos y ciudades. Sin embargo, hoy son un peregrino en medio de un holocausto y deben sortear el desmonte nativo, las plantas de celulosa, las lluvias ácidas, los detritos de las ciudades que lo usan como una cloaca a cielo abierto… Y en ese holocausto… el río –los ríos- piden un milagro.
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